Queridos amigos, el tema de hoy es “Los límites y
lecciones del tiempo” y va dedicado con mucho cariño para Gaby, Inés, Miguel y
Gino, quienes esperan este post.
Este post nace luego de una larga catarsis que realizó
conmigo una querida ex alumna de una de mis cátedras. Me contaba que sentía que
las personas importantes de su vida que decían amarla se habían comportado como
si fuese todo lo contrario. Su madre la abandonó a los cinco años para irse al
exterior a estudiar y por peleas con su padre y hechos que hasta hoy no
comprende, se dejó de comunicar con ella por 18 años; de las dos parejas que
tuvo, los dos le mintieron pese a ser ella leal y de valores elevados y jamás
tuvieron la humildad de explicarle las razones ni pedirle perdón y sus hermano
mayor le tiene celos casi enfermizos y no le habla desde hace seis años.
Así de
dolorosa y compleja es la vida de
millones de personas en el mundo y desde Zéfiro veamos juntos cómo el tiempo
tiene límites y las pruebas de fe son lecciones de vida para renacer.
Como siempre repito en este blog, la forma en que las
personas actúan depende de su nivel cultural, valores e inteligencia emocional
y ser maduro es un aprendizaje doloroso para quienes carecen de la humildad
suficiente para reconocer que somos iguales y la vida es corta para solo elegir
vivir equivocándose por necedad.
Cuando se carece de valores firmes y espiritualidad o la
frustración, miedo y prejuicios aprendidos forman parte de la personalidad es
posible hacerse mucho daño y dañar a los que se dice amar de manera real porque
se deja paso al egoísmo, ego, superficialidad, orgullo, soberbia, envidia y
rudeza que tendrán como blanco las personas que rodean a quien sufre de este
vacío interior.
Como consecuencia de ello el amar de manera diáfana y
firme no es posible sea cual sea hacia quien se sienta amar (rol paterno,
materno, hermanos, pareja, amigos, etc) porque no existe fuerza interior ni
inteligencia reflexiva para asimilar valores, desaprender lo errado y
desarrollar convicciones y actitudes que restauren la paz con uno mismo.
- Si
una madre deja de comunicarse con su hijo (hijos) o lo ignora es porque carece
de capacidad emocional para asumir su rol con amor real, bondad, alegría y
pertinencia. Muchas de ellas como lo que me contó mi alumna se alejaron de su
hijo (a) por vengarse de la pareja, por miedo a dejar de sentirse libre, por
superficialidad, por rencor y en general por inmadurez y falta de valores.
- Si
dentro de una pareja, uno de los miembros es deshonesto, cruel y egoísta lo
puede hacer por rencor, por vengarse de lo vivido en una relación anterior, por
falta de cultura emocional, por soberbia, por antivalores aprendidos en su
hogar desde chico (a), por competitividad, etc y hasta por necesidad de
maltratar para sentirse superior (machismo, feminismo)
- Si
tu propia sangre te da la espalda, te traiciona, te envida, te odia y conspira
contra tu progreso o sabotea tu paz y dicha lo hace por rencor, envidia,
actitudes incorrectas aprendidas que se cimientan con complejos y temores, así como
frustraciones, por falta de valores, fe y ausencia de guía correcta de los
progenitores.
- Si
quienes se decían tus amigos (as) te fallan lo hacen por todo lo anterior
expuesto.
LOS LÍMITES DEL TIEMPO Y LAS LECCIONES DE VIDA
Todos nos equivocamos, eso es parte de
ser humanos, pero también lo es aprender a ser mejores, a enmendar los errores
con voluntad, firmeza y humildad. Sin embargo muchos lo hacen cuando el tiempo
les es adverso si la parte herida o dañada siente que tal vez ya no necesita.
Continuando con la historia de mi ex
alumna, ella me decía: “Profesora mi madre me ha llamado luego de 18 años y no
sentí nada, no recuerdo su cara, no sé qué decirle, solo me dio ganas de llorar
porque jamás me explicó su actitud y ahora siento pena de ella, pero no me nace
hablarle porque mi madre fue mi abuela paterna y mis tías y yo no puedo confiar
en una mujer como la que me dio la vida que sabe Dios porque ahora me busca si
nunca me quiso. En mis problemas o alegrías ella no estuvo ni para darme un
abrazo y menos un consejo y si estuve enferma jamás lo pensó y ahora no puede
después de 18 años de ausencia que la quiera y que salga con ella a pasear como
si fuese su mascota nueva y mis ex parejas me hicieron lo mismo, reaccionaron
tarde y luego de meses uno y tres año el otro me buscaron a pedir oportunidades
que ya no puedo dar porque tengo otra vida y ya sé que ellos no valen la pena”
No podemos juzgar a personas que como a
mi alumna les ocurrió algo similar en
distintas esferas de vida, porque si bien es preciso que trabajen en la
compasión, perdón y aprendan a orar por quienes los dañaron, resulta una
decisión personal de cada quien elegir restablecer lazos con aquellas personas
que les fallaron porque el amor que no se alimenta muere y no es posible amar y
comprender a quienes no se conoce y mucho menos a personas que no saben pedir
perdón a tiempo.
El testimonio de esta chica es honesto y nos enseña cómo el
tiempo tiene un límite porque efectivamente, su madre decidió no verla (no la
juzgamos), pero tardó 18 años en reaccionar y si bien al menos está lúcida y su
hija puede escuchar sus motivos resulta decisión de su hija cómo verla ahora
porque es complejo confiar en una mujer que jamás contestó un llamado cuando
era de su hija o se preocupó por ella aún a la distancia y solo el amor de Dios
que habita en ella podría ayudarla a comprender y permitirse conocer a esa
mujer que le dio la vida. Y sus parejas comprendieron tarde sus errores, cuando
ella dejó de admirarlos y reconoció que sus valores eran demasiado lejanos de
los suyos y es elección como todo en la vida tomar decisiones que te den paz.
Sin
embargo, siempre es preciso apelar a la compasión y la comprensión que brota en
el alma desde la espiritualidad para poder sanar heridas y restablecer
relaciones dañadas con honestidad.
Igualmente muchos hijos son
absolutamente ingratos con sus padres, abuelos
y tutores y tras labrarse una carrera profesional con el esfuerzo de
ellos y volar a vivir sus vidas en familia se olvidaron de mamá, de papá, de
los abuelos y no los llaman, no los visitan e incluso muchos se enojan cuando
sus padres los llaman y con miedo les piden algo. Olvidan agradecer, amar como
ama Dios y cuando reaccionan es tarde, cuando están por morir y luego las
lágrimas de culpa no cesan y son la gente de los shows en los funerales porque
quien vive su rol de hijo con amor tiene la conciencia en paz y llorará a sus
padre por extrañarlos, por dolor de no poder tenerlos para seguir compartiendo
y amándolos, pero satisfechos con el amor que sienten y siempre les tendrán desde donde estén.
En las relaciones afectivas pasa lo mismo. A veces ocurre que uno de los
miembros de la pareja hace tanto daño de manera irreflexiva y reacciona
demasiado tarde, cuando perdió la admiración y por ende el amor de su pareja,
quien decide por paz y salud emocional romper la relación definitivamente sin
culpa ni miedo y escuchando tal vez el último perdón que no tiene más efecto
que desatar infinita compasión por quien alguna vez se amo de manera real.
Crecer en pareja es un aprendizaje y existe un tiempo para ello, pero el amor
es como las plantitas que sino se riega siempre y solo se daña se muere sin
remedio y pedir “dame más tiempo que cambiaré” no llegó a tiempo porque el
sentimiento murió con la decepción, desilusión y todos tienen derecho de
renovar su vida y elegir amar a personas más fuertes por dentro y con mejores
valores porque si bien todos fallamos, los valores son la base de toda relación
y aprenderlo toma un tiempo, pero una vez hecho es posible vivir de manera más
sana y realista.
También las relaciones con amistades
pueden quebrarse si se atenta contra el respeto y la confianza y como todo en
la vida es por algo, para un aprendizaje y quienes dañan o fallan adrede y no
son capaces de evaluar las consecuencias irán viendo cómo se alejan de ellos
porque inspiran rechazo y si los niveles de valores son tan distantes entre las
amistades, es mejor elegir los amigos afines a tu nivel de ellos para entablar
lazos profundos porque a veces los amigos son como una extensión de tu familia,
los hermanos extras y ángeles que la vida te regala para que esta sea
maravillosa
Otras personas esperaron ver pasar sus
mejores años y dejaron de ponerle empeño
e interés a sus sueños más preciados por miedo e inmadurez. Algunos jamás
estudiaron lo que anhelaban, otros dejaron de tomar caminos que necesitaban y
otros siempre pensaban que llegaría el momento que esperaban, que tarde o
temprano ocurriría y aquello no llegó porque fueron incapaces de mirarse y de
actuar del modo correcto.
Recuerda Zeferino trabajar en tu mundo
interior con esmero y alegría, alejando de ti aquellas actitudes, antivalores y
actitudes que te impiden madurar. Atrévete a mirar en un espejo el alma aunque te desgarre y decide ser mejor persona
y verás cómo los caminos se abren para ti, tus relaciones humanas mejoran con
todos los que te rodean y sembrarás las bases para vivir de manera dichosa y
exitosa.
Y es que el éxito no es otra cosa que
aprender a convivir con los problemas, retos, obstáculos del camino y logros
con dignidad, inteligencia emocional, fuerza interior, fe y voluntad para
levantarse cuantas veces sea necesario y poder amar de manera limpia y
bondadosa a todas las personas que sean parte de nuestra vida (ocupen el rol
que sea); el éxito es seguir siendo noble y fuerte de espíritu a pesar del
dolor, a pesar de lo que no logres comprender del resto porque tus actitudes
con la vida, tú mismo y los demás van guiadas por lo que enseña Dios y logras
convencerte de que es para ti necesario ser correcto (a) y aprender a
diferenciar con firmeza el bien del mal.
Cuando falles y falles y vuelvas a
dañarte, dañar y te hagas de la vista gorda recuerda: “Se te va la vida, el
tiempo no vuelve y no esperes lo imposible cuando solo depende de ti ser mejor”.
El ego, soberbia, orgullo, necedad siempre terminará condenándote a lo que
menos quieres y si pese a saberlo eliges ese camino, asúmelo sin quejarte ni
buscar dar lástima.
Y si sientes que has perdido
oportunidades, el afecto, confianza y respeto de quienes amas y ya es tarde,
fíjate si puedes revertir la situación y al menos libera tu alma como aquella
madre que aún después de 18 año pide perdón y pese a que su hija solo le tiene
lástima lo ha hecho. Y si las personas deciden tomar actitudes contigo que
tampoco comprendes pese a pedir perdón, no juzgues, acéptalo con humildad y
recuerda que toda acción tiene su efecto y tal vez te tocó perder lo que más
querías para dejar atrás tus actitudes de vida incorrectas y millones de
personas viven en el alma con lecciones de vida duras y las asumen con
hidalguía y fe en Dios que todo lo decide y cambia cuando cree preciso, solo él
puede definir el impacto de aquel tiempo sin poner límites.
Ahora les dejo esta canción para que los
acompañe, espero les agrade.
Es lunes gente, así que les mando las
mejores vibras de mi corazón para sus proyectos y luz para sus corazones. No
olviden orar y amar como ama Dios a todos los suyos y engreírlos mucho mucho.
Manjarí (bendiciones)
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