ENTRE EL EGO Y LA OBSTINACIÓN (POST 244 DE INTELIGENCIA EMOCIONAL


Queridos amigos, el tema de hoy es “Entre el ego y la obstinación” y va dedicado con mucho cariño para Angela, Francisco y Ximena, quienes esperan este post.
Uno de los mayores indicios de madurez en el ser humano implica decidir con humildad y dicha auto inspeccionarse, actitud que le cuesta muchísimo a las personas que no se los enseñaron desde pequeños y que hoy, teniendo todas las herramientas para hacerlo lo evaden porque sus espíritus están recubiertos de ego y obstinación.
Veamos juntos, desde Zéfiro como operan tales actitudes y las consecuencias en el existir.

¿CUANDO Y CÓMO OPERA EL EGO Y LA OBSTINACIÓN?

1.- Cuando la mente “desea” algo por necesidad de satisfacer un reto consigo mismo y por sentir que se le gana al resto. Por ejemplo:
- Las personas que buscan férreamente acumular objetos suntuosos o un estilo de vida alto y se auto imponen usar siempre marcas y todo aquello que sea más costoso porque la idea de éxito se la han creado ellos mismos con lo que ven en los medios de comunicación. Y se sienten afligidos o se enojan lo que no consiguen porque piensan que los demás los pueden minimizar o no se sienten a la altura de ciertas personas. El ego está presente en esa necesidad de mostrar y poseer por competir y porque se convierte en un motor de vida que impide el sentido de lo reflexivo; muchas personas pierden los escrúpulos y son capaces de toda deshonestidad y malos tratos al resto solo por conseguir aquello que sus espíritus presos de “ego” desean.

- Las personas que eligen una carrera solo porque creen que les dará más dinero, pero olvidan explorar sus reales talentos porque los padres, o influencias del entorno les enseñaron que determinadas carreras generan éxito y con los año pasan frustración, pero por miedo a expresar que se equivocaron, por miedo a volver a empezar y por miedo a la crítica mantienen una carrera que los abruma. La obstinación es tan grande que luchan contra corriente por ego, llega la frustración que se refleja en ira desatada sobre los demás, así como intolerancia.

- Quienes desean tener posesión emocional sobre otra personas a través de una relación sentimental o la ambigüedad. Se da en diversos casos, algunos de ellos surgen cuando una persona se traza la férrea idea de que logrará tener el amor de equis persona y al no lograrlo se frustra, se enoja; lo curioso es que un muchos casos no admira, ni ama a esa personas, simplemente no soporta el rechazo, un no. Le ocurre a los dependientes afectivos que han tenido o tienen una pareja maltratadora, saben que no la aman ni admiran, pero su ego y obstinación es tan grande que no soportan que corten la relación con ellos porque se comparan y piensan que esa persona elegirá a otra mejor.

En el caso de muchos varones solteros, casados o comprometidos ocurre cuando necesitan cortejar, ilusionar y mantener expectante a mujeres ansiosas, de autoestima endeble para sentir que las dominan y algunas veces tienen aventuras con ellas y si la chica reacciona y corta el asunto entran en crisis de rabia y las persiguen, sencillamente porque su amo mental llamado ego no soporta ni tolera que los aparten. No buscan un amor real, buscan ganar, sentir poder, dominio porque en el fondo se sienten débiles, no especiales y aprendieron del entorno, de hermanos, de padres, de los medios de comunicación y de heridas no resueltas del ayer a competir consigo mismos.

-Las personas que viven quejándose de lo que no hicieron por ser padres jóvenes. Alguna mujeres le echan la culpa a la pareja de no terminar estudios, de no trabajar, de no ser lo que dicen “quisieron ser” y en realidad no asumen con humildad que no planificaron bien sus metas, que no fueron constantes en lo que anhelaban y no saben manejar su rol de padres con amor, entereza y responsabilidad. Pasa el tiempo y no hacen un esfuerzo por usar sus talentos, aprender, laborar en algo que les de dicha, etc y viven quejándose de lo que no lograron. Nuevamente el ego herido salta y hace pataleta interminable y genera obstinación.

-Las personas deciden no romper con situaciones humillantes bajo el pretexto “A mí nadie me saca de donde yo quiero” y viven en conflictos laborales eternos, se pelean con los jefes, con todo mundo. Son personas que viven en la paranoia de que todo y todos está en contra de ellos en el trabajo, que hablan mal a sus espaldas y acuden a laborar furiosos, con mal trato y presos de la envidia si a quienes llama sus enemigos ascienden. El ego que los cubre no les permite admitir que no nacimos para vivir inmersos en el conflicto y no se puede luchar por esperar que los demás sean como uno espera, es un absurdo. Cabe aceptar con humildad los temperamentos de los demás.

EMOCIONES PARALIZANTES

El ego y la obstinación habitan en el espíritu de quienes no han logrado equilibrio emocional ni madurez. Cada quien tiene su proceso, y no resulta sencillo para miles despojarse de malos hábitos aprendidos, así como cultivar la generosidad y humildad. Cuando las personas son presas de las emociones incorrectas la inseguridad aumenta en ellas y se comportan de manera irracional que cuesta comprender si la compasión y la capacidad de observar no se desarrollan.

Por ego las personas irracionales libran batallas con los demás y con ellos mismos porque intentan probarse algo específico para sentirse ganadores y cuando reaccionan suele ser tarde porque lo que han perdido es sus mejores años y oportunidades estancados y paralizados ante situaciones de vida que solo los llenó de desgaste y amargura.

Vencer la obstinación es algo que se logra cuando se aceptan los hechos que ocurren en la vida y no son de nuestro dominio con entereza y reflexión. Nadie espera padecer maltrato, ser objeto de envidia, de conflictos, etc, pero se puede siempre luchar por avanzar y vencer tales situaciones si quienes las generan no tienen actitud reflexiva porque permanecer inmóvil ante el caos implica decidir condenarse a estos injustos e insanos para la mente y el alma.
Tener paz interior y vivir con entusiasmo y esperanza es una decisión, pero aprender a pensar, desarrollar la inteligencia reflexiva y la mirada mística es un aprendizaje y quienes pueden lograrlo antes están llamados a compartir ese regalo que suele venir del creador. Y cuando aprendemos a observar a nuestros semejantes con el valor que poseen podemos comprenderlos mejor y compadecerlos.

Ser firmes en actuar del modo correcto es una convicción que nos ayudará a mantener la dignidad, cordura y evitar dañar a los demás, pero se es libre por dentro cuando se desea lo mejor del mundo a ese prójimo que puede ser tu familiar, amigo, colegas o personas que fueron o son parte de tu camino. Vencer el ego y la obstinación surge como algo natural cuando decides no juzgar ni juzgarte y elegir cambiar por ti mismo aquello que tu interior diga que es necesario para sentirte en equilibrio.

Ya lo saben Zeferinos, liberen la mente y el alma de esos fantasmas terribles que son el señor y ego y la obstinación y recuerden que la gente inteligente no sufre por cosas que no valen la pena y todo pasa, todo y que el sol y la luna brillen por siempre para ti es siempre posible si abres los ojos y el corazón.

 No olviden ser honestos, limpios de corazón y luchar por vencer los temores porque arrastrados por ellos se puede ser capaz de las actitudes más equivocadas y cuando pasa el tiempo ya no tiene sentido quejarse de lo perdido. Jamás se pierdan a sí mismos y sean auténticos así levanten pólvora por donde crucen porque todo lo que salga del alma y sea sincero es bendecido por el cielo.

Ahora les dejo esta hermosa melodía para que los acompañe, espero les agrade.

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Que tengan un merecido descanso, regalen mucho amor a sus seres queridos  visiten a los enfermos, colmen de cuidados  a los ancianos y nenes de casita y oren con más fe cuando sienten que pierden la calma y caen en desesperación.

Manjarí (bendiciones)

1 comentarios:

CFR dijo...

estoy leyendo varios de tus post y cada uno es un sacudón¡¡¡¡
hermoso post bonita ... espero que cuando te nazca me dediques uno

un beso