Queridos amigos el tema de hoy es “ Valores, convicción y
conciencia para ser auténtico” y va
dedicado con mucho cariño para Isabel, Susana, Rodrigo y Andrés, quienes
esperan este post.
La personalidad de
los individuos es distinta y cada quien actúa según su nivel de cultura,
inteligencia emocional, valores, y
espiritualidad si la tiene. Sin embargo, el libre albedrio fue dado al hombre para
elegir su camino como siente que su ser lo necesita, y quienes tienen el valor
de ser como son, suelen ser juzgados, criticados y analizados al máximo por
quienes son distintos porque les cuesta comprender la esencia y naturaleza de
sus semejantes.
Por tales motivos, la gente aparece en tu vida y luego
puede irse o tú decidir que salgan de tu vida, así como las circunstancias
generar cambios. Y es que la existencia es como un tren, donde suben pasajeros
por alguna razón en particular y en alguna estación se bajan porque todo tiene
un motivo, y siempre es para algo mejor,
pero muchos lo reconocen tarde o no pueden verlo. Y es que hasta perder o
sentir que se pierde lleva un aprendizaje.
Por ello, desde Zéfiro abordaré como se concatenan
valores, conciencia y convicciones para ser auténtico.
¿Qué es tener valores? ¿Cómo deben actuar? ¿Y qué
relación deben tener con las convicciones?
Los valores son el conjunto de actitudes que el ser
humano decide incorporar en su esencia porque cree en ellos, los respeta con
lealtad y considera que al llevarlos lo hacen sentir en paz, armónico y con la
energía suficiente para renacer por siempre viva lo que se viva.
Algunos los llevamos en el alma y son innatos, otros los
aprendemos del hogar, de la raza, o los
vamos incorporando con la cultura que adquirimos, enseñanzas y sobre todo
espiritualidad, que si tenemos la suerte de asumir encierran algunos de los más
importantes.
Para asumir valores se requiere convicciones, es decir,
tener la certeza de que aquellos valores son parte de ti y a través de ellos
forjarás una vida auténtica y dichosa que permitirá ver tus metas y sueños
hechos se concreten, pero lo más importante, sin dañar a nadie y con bondad.
Sin embargo, hacer uso de valores como la honestidad,
bondad, lealtad, respeto, consideración, justicia, compasión, entre otros
requiere de agallas, coraje, valor y firmeza que mucha gente puede confundir
con dureza si resulta el valor que defiendes
es uno (o varios) que algunas personas consideran que no es necesario en su vida, o
lo usan cuando les conviene o argumenta que lo aplican, pero a la hora de ver los
hechos, brillan por su asuencia.
Por ejemplo, mucha gente se dice honesta y evita mirarse
y hacer el recuento de sus actos, actitudes porque les da miedo o por carencia
de humildad y cuando alguien se lo hace notar, salta, se enfada o prefiere
decir que la otra parte es duro (a), indolente, normático, obstinado (a). Y es
que resulta más sencillo intentar manipular que mirarse en un espejo o a solas
el alma y escuchar la voz interior llamada conciencia .
Todos podemos fallar,
eso es claro, pero cuando se poseen convicciones en valores firmes hay cosas que jamás se harían contra
algo, alguien o consigo mismo porque a más acercamientos espiritual, más
sensatos somos, pero aquello es un aprendizaje o nace con ciertas personas por
alguna razón particular también.
La voz de la conciencia es un eco que no puede anularse y
es la encargada de alertar al ser de que hace lo incorrecto por necedad, ego,
deseo de poder, control, soberbia y también por miedo. Y cuando no se le
escucha, el alma y el cuerpo se enferma y se puede vivir como muerto, como
autómata, sin tener paz, sin disfrutar de nada y cumpliendo las obligaciones,
roles y responsabilidades, pero marchito por dentro, sin brillo en los ojos,
opaco, melancólico, irritable, sin luz, sin capacidad de ser y mucho menos amar
porque así se intente acallar su voz, la conciencia actúa a cada instante y
para ello tiene recursos a veces inverosímiles.
Y cuando los valores actúan con firmeza por convicción,
la conciencia es ese amigo maravilloso consejero, el ángel que te dice siempre
cómo hacer lo correcto, los caminos que no debes pisar y te otorga el soplo
para ser más fuerte y no ceder a manipulaciones, temores y actitudes
incorrectas de quienes ven la vida de un modo que se rige ausente del temor de
Dios, ser supremo que pone normas para ser a su imagen y semejanza y así
siempre fallemos, nos da la oportunidad de renacer desde que asumimos que hacer
caso omiso o pretender ignorar el camino correcto solo desgasta el alma y
genera pérdidas de todo tipo, pero en especial de sí mismo.
¿Cómo debo actuar si buscan golpear mis valores,
seguridad y convicciones?
Nadie está obligado a seguir a nadie, ser uno mismo es un
proceso y asumir lo que es correcto ocurre en diferentes épocas para todos,
aunque lastimosamente, existen personas que se estancan y pese a vivir
insatisfechos consigo mismos prefieren echar la culpa a los demás o poner de
pretexto a personas o situaciones antes que asumir mirarse.
Por tanto, siempre nos topamos con personas que poseen
una manera de ver la vida totalmente distinta a la nuestra, pero básicamente la
brecha es inmensa cuando las actitudes y proceder deja al descubierto esa
diferencia en valores, convicciones y conciencia. Ello puede ocurrir a nivel
laboral, amistoso, afectivo, familiar y es entonces que la esencia e integridad
es puesta a prueba para elegir por el libre albedrio.
Millones de personas proceden por impulso, revancha,
competencia, ira, impotencia y dejan de lado sus convicciones y caen en
manipulaciones que la propia angustia interna desata o agentes externos o
personas buscan causar. Todo el tiempo somos probados por situaciones, personas
y quien lleva los valores, convicciones y conciencia como consejera, sabe
afrontarlas sin dejar de ser uno mismo y si para ello debe ser visto como
inflexible o duro, es una posibilidad, pero en todo caso, si recordamos en las
escrituras cuando Jesús sacó a los
fariseos por negociar en el templo de oración, no le tembló la mano para
hacerlo y pese a la ira, en el fondo sentía infinita compasión y decepción de
que sus hijos no tuvieran fe, ojos para ver, valor y agallas para ser dignos y
humildad para mirarse.
Cuantas veces se cuentan historias donde la gente integra
es maltratada, cuestionada, tachada de esquizoide, irracional y cruel solo
porque no cedió ni actuó como los necios y quienes acomodan sus normas
esperaban que lo haga, sin ellos observar ni meditar cómo era su corazón, sin
tener ojos para ver que faltaban el respeto a la esencia y darse cuenta les
costó un abismo y mil mares de distancia en un tiempo y una realidad donde los
íntegros olvidaron el asunto y los necios permanecían en un ayer que su
conciencia revivía cada noche.
Por tanto, recuerden que donde pisen, siempre es posible
que acudas con buenas intenciones, deseos de paz, estabilidad, pero tal vez te
topes con gente que no sabe vivir, que lleva retos y tal vez te use de carnada
para sanar su ayer o reforzar su ego y autoestima o para cobrarse de una
venganza que desconocías. Recuerda aquel jefe que te presionaba porque se
vengaba de su madre en ti, o aquel compañero de trabajo que era deshonesto y
buscaba jugar con tu mente para vengarse de su ayer donde fue herido sin tú ser
culpable, aquella persona que simplemente no soportaba ver tu paz y buscaba
hallarte el punto flaco por diversión, por ego, por deseo de dominio para
alardear como los que son como él.
Todos estos ejemplos tienen algo en común: carencia de
valores, convicciones y conciencia de las normas de lo espiritual y de aquel
conocimiento interior que dice que cada quien es un mundo y por lesiones o
miedos del ayer no podemos dañar a quienes pasan por nuestra vida por alguna
razón. Y es que incluso ser probado, ser herido
o criticado tiene un propósito que es demostrar que puedes quererte a ti
mismo tanto como te ama Dios y seguir caminando sin odiar, sin venganza, solo
caminar y seguir con el alma y corazón en paz sin tener que ocultar el rostro o
fingir actitudes o crear largas listas
de pretextos antes que admitir los errores.
Cada quien tiene su forma de pensar, pero humildemente
considero que la vida se vive con agallas, frontalidad, sin dobleces y sin
artimañas como los que deben algo o comenten un delito inmenso porque sentir,
pensar, decidir, todo depende de cómo es tu alma y corazón y es preciso
reconocer que ser uno mismo, digno e íntegro, tiene como precio en diversas ocasiones la
visita de la desilusión, dolor y compasión causado por quienes ven sus días oscuros y pretenden
discutir lo indiscutible para satisfacer su ego y orgullo.
Por tanto como siempre repito en este blog, ante eso, la
respuesta debe ser como dice parte de la terapia del HONONOPOPO (terapia
hawaina): “Lo siento, te perdono, te amo, gracias”, que es un mantra que se usa
para mandarle luz a la gente que vive sin ella y orar por tu pasado, presente y
futuro; pueden usarla cuando deseen sanar episodios de infancia (con el padre o
madre), con sus familiares, con relaciones afectivas, etc, solo se concentran y
lanzan la oración a quienes deseen y verán como su alma lleva paz, renovarse y
brillar para los nobles fines que se persigan. A veces, esos fines solo pueden
ir de la mano de quienes son afines a tu alma y valores, y como todo en la vida,
tenemos derecho de elegir a quienes abrimos el corazón y para ello es preciso
usar esa voz interior que nunca falla.
Siempre recuerda:
- Si
un necio busca que dudes de tus talentos, concéntrate en lo que sabes,
planifica tus metas sin miedo y se tú mismo y deja que los hechos hablen por si
solos.
- Si
un necio critica tu esencia, se burla de tus habilidades o cualidades o intenta
ridiculizarlas, calla, calla y reza por él, no hagas lo mismo y mantén la
cordura y educación. Sin embargo, tienes
derecho a mantener tu distancia, no por temor, sino porque no puede perder el
tiempo en detenerte de tus fines de vida por gente distinta que carece de
visión y no tiene ni idea como eres y asume que sabe cómo eres por deducción o
porque lleva en la mente patrones de conducta de las personas grabados en la
mente. Y cuando te busquen provocar o llamar tu atención, sé tú mismo y
recuerda que aquello también será cuestionado, pero como dice el dicho: “Siempre hay quien rompe los moldes, los
esquemas y es pesadilla de los necios”.
- Cuando
aprendas a observar podrás ser capaz de
predecir el accionar de los necios y cuando lo hagas, sé tú mismo y esa será la
mejor ayuda y demostración de piedad porque si un necio necesita ayuda, la
mejor que se le puede dar es demostrarle que actuar como él no es el camino y
no tienes que hablarle para ayudarlo, basta con ser como eres porque las
transformaciones del espíritu son personales y una lucha que se labra en
soledad con valor y humildad. No es correcto presionar a nadie a ser como tú
quieres o esperas porque la integridad, como la necedad son actitudes y se
eligen.
- No
temas a ser criticado, olvidado, abandonado, odiado, maldecido, etc si sabes
que llevas la conciencia en paz, el alma limpia y la compasión activa hacia los
necios porque si puedes mirar de frente y hablar sin miedos ni dobleces, todo
pasa, las emociones de los otros no deben perturbar tu paz ni mucho menos tus
sueños y si vas por ello solo (a), acompañado, en masa o como desees, es tu
decisión, tu capacidad de elegir y en todo caso, lo que siente el necio es algo
que solo le compete a él.
- Si te has topado muchas veces con gente necia y
estás cansado o sientes que pierdes las fuerzas, entusiasmo y vitalidad para
seguir con tus metas y esencia, recuerda que Dios es tu pilar, sus ángeles tus
amigos y todas aquella personas que amas y llevan en el alma la capacidad de
amar como ama Dios y respetar sus normas porque es quien nos regaló la vida.
- Hasta
la gratitud tiene un límite si el necio la usa para manipularte y buscar chantajearte para tener dominio sobre ti antes
que reconocer errores. Y si sientes que fuiste agradecido, pero no hallas
integridad ni honestidad en la otra parte, tienes derecho de seguir caminando,
sin odiar, sin esperar, sin anhelar, solo seguir porque por gratitud es mejor
callar que cuestionar, callar que decir palabras que pueden enfermar o develar
secretos que remecerían un espejo llamado conciencia que debe actuar solo
cuando todo es evidente.
- Quien
lleva a Dios por dentro no es tibio, no es débil y si falla lo asume, se mira y
enmienda, pero como todo en la vida, es una elección que se debe hacer por uno
mismo, no por nadie en especial porque es el único camino que restaura la paz
con uno mismo y la conciencia y recordando que el amor del creador es infinito
y siempre podemos ser mejores; para ello no hay límite de tiempo, pero si
consecuencias porque hay un tiempo para actuar, decidir, ingresar por puertas o
dejar que se esfumen porque todo en la vida cambia, todo evoluciona, pasa y
ello depende de uno mismo.
- Respeta
la vida de los demás y sus convicciones y sino encajan con las tuyas,
comprende, observa y da gracias al cielo por conocer lo distinto, pero tú
eliges el camino.
- Los
necios crean muros que pretenden trasladar a quienes son firmes de convicciones
por miedo a mirarse y aquello no es tu culpa, lo que ocurre en el presente y
las circunstancias pasan porque no existe causa sin efecto, y si por ejemplo no
te encuentras con algo o alguien como esperas o planeas, mira el calendario y si has hecho de todo,
será porque no lo mereces, no es el camino y el de arriba decide donde ubicarte
y mientras más un necio actué de manera incorrecta, más y más se le cerrarán
los caminos.
- Los
necios crean argumentos absurdos,
discursos falaces, justificaciones gaseosas y hacen uso de todo lo que resulte
ambiguo para confundir, manipular, doblegar
y minimizar sus errores antes que
reconocerlos y suelen trasladarlos a quienes buscan manipular, pero si eres
íntegro, aquello debe resultar solo como un mal viento que intenta burlarse de
tu nivel de inteligencia, seguridad e
integridad. Por tanto, si ocurre, ten compasión, ora por ellos y sigue
caminando que cada quien vive su día y su noche como lo merece y en eso, como
en todo, el creador pone las normas.
- No
somos perfectos, no existe lo perfecto, pero solo es posible tender puentes de
plata entre quienes son afines en valores y limpieza de corazón, al necio y obtuso,
podemos darle paso, dejarlo cruzar y tener presente que si tanto le cuesta y
molesta como somos, como vino se irá por su cuenta o porque nuestros pasos
siempre le resultarán más largos porque así los desea ver.
- Ser
hombre es un proceso doloroso y personal porque buscar la madurez es despojarse
de los trajes del miedo, arrogancia, deseo de dominio, egoísmo y moralidad que
se acomoda o se usa cuando conviene, así como comprender que el respeto a los
demás empieza por amarse a sí mismo con bondad, siendo limpio de corazón,
humilde y aplicando la inteligencia para reconocer todo lo que debemos mejorar
porque nos da paz.
Ya lo saben Zeferinos, ser íntegro no es
fácil, pero no desistas jamás en ello,
siempre costará, dolerá porque quien no va con tus valores te
cuestionará, tachara de extraño (a), autosuficiente, terco, arrogante, etc,
pero si sabes que haces lo correcto y estas cubierto del amor inmenso de tu
sangre, de tu fuente, de tus afines y de cada ser maravilloso que Dios te
regala con amor, nada tienes que temer y jamás estamos solos si pasamos las
pruebas y si fallamos y no tememos decir : Perdón
Desde chica en casa, mis padres, y en
especial mi abuela que en paz descanse y mi madre me hablaron de la importancia
de ser íntegro, digno y de saber respetarse y dentro de las enseñanzas, mi
abuela y muchas de mis bellas tías decían que si hacemos lo correcto y nos
atacan, no nos comprenden, aceptan , discriminan o desatamos pólvora por ser
auténticos dolería, sangraríamos, pero
del fondo del alma brotaba esa fuerza y esa luz que llevamos dentro si amamos
como ama Dios, aquella que se parece a la de los castillos artificiales,
siempre de colores, siempre radiante y donde el lema es:
“No negociable querido prójimo, puede ud criticarme, intentar manipularme, analizarme, buscar confundirme, sensibilizarme, cambiarme, herirme e incluso matarme antes de ud mirarse; pero observar, sentir compasión, orar por ud levantarme y, seguir caminando y ser limpio de corazón, es una convicción de fe y amor no negociable y no soy quien para juzgar, acepto con humildad tu esencia y sigo mis pasos hacia lo que deseo, necesito y me da paz sin odiar porque no nace en mí y con gratitud porque lo distinto pule mi alma para ser mejor”
“No negociable querido prójimo, puede ud criticarme, intentar manipularme, analizarme, buscar confundirme, sensibilizarme, cambiarme, herirme e incluso matarme antes de ud mirarse; pero observar, sentir compasión, orar por ud levantarme y, seguir caminando y ser limpio de corazón, es una convicción de fe y amor no negociable y no soy quien para juzgar, acepto con humildad tu esencia y sigo mis pasos hacia lo que deseo, necesito y me da paz sin odiar porque no nace en mí y con gratitud porque lo distinto pule mi alma para ser mejor”
Y hallé esta canción que me hacía
recordar aquel consejo de mi sangre y ahora comparto para todos aquellos que
luchan por ser íntegros y auténticos sin miedo a ser heridos porque saben a
dónde van y de dónde vienen. Espero les
agrade y acompañe.
Que tengan un maravilloso domingo y
saludos para mis colegas de los centros donde laboro y a mis seres amados de
alma limpia que siempre están conmigo para compartir y hacer de Zéfiro un
rincón para meditar.
Manjari (bendiciones)
1 comentarios:
muy buen post profe y espero con ansias su nuevo libro.. la escuché en la radio hace unos dias y q hermoso habló miss, me hizo extrañar sus clases :D mucho porque hasta de temas densos y teorias de la carrera ud las explicaba de un modo q se compendian y veiamos lo necesarias de aprenderlas
muchos más éxitos miss y espero poder saludarla pronto
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