Queridos amigos, el tema de hoy es “La elegancia nace del
interior” y va dedicado con mucho cariño a Mariela, Roxanna, Francisco y David,
quienes esperan este post
Denotar elegancia y glamour implica para elevados índices
de personas poseer un estilo particular de atuendo unido a un conjunto de
actitudes que brindan la posibilidad de ser visto, reconocido y causar impacto
en cualquier lugar. Sin embargo, el real sentido de la elegancia tiene que ver
con la ecuanimidad, niveles de autoestima profesional, de apariencia y afectivo
que resultan sólidos en individuos que han aprendido a conocer sus emociones,
manejar sus pensamientos y ser auténticos a la hora de expresarse. Lograrlo es
un aprendizaje que implica decidir con humildad
mirarse por dentro
constantemente, reconocer errores, prejuicios, temores y rescatar los
talentos para trabajar sobre ellos con pasión y entrega.
La forma en que un individuo se expresa a nivel verbal y
no verbal dejará apreciar si realmente es elegante y glamoroso. Y es que la
serenidad, seguridad y amor propio pulen las formas y maneras en las diferentes
aristas de la existencia en las que el hombre necesita desarrollarse; quienes
consideran que como dice el refrán: “el hábito hace al monje” se encuentran
viviendo bajo la sombra de la cultura light, donde vivir de apariencias
contribuye a que millones de personas dejen de ser auténticos para imitar
tendencias, estilos y crear poses cuando tienen que socializar.
Una persona elegante camina con seguridad porque la
serenidad que lo acompaña desde dentro le permite ver la vida con optimismo y
fe, su forma de expresarse nace de manera original, es única e irrepetible, y
en ella, el uso de frases y tonos de voz particulares indicarán cuanto se ha
cultivado cultural y emocionalmente. Es entonces que el glamour brota como un
destello natural ante los ojos de quienes pueden observarla; la empatía,
admiración y calidez que inspira una persona elegante es el reflejo de la paz interior que habita en
ella.
Cuando se pierde la autenticidad, el alma protesta y sin
notarlo, el cuerpo se desplaza sin brillo. Y es que la oscuridad real de un ser
no es sinónimo de cansancio o estrés laboral porque podemos toparnos con
personas que aún en los trajes más sencillos y tras muchas horas de labores se
ven divinamente porque su porte, mirada, actitud y tonos de voz son honestos.
Somos por fuera lo que habita en el interior y la
elegancia real va unida a la profundidad, nobleza y valores más elevados porque
fuimos dotados del regalo de vivir y es menester cuidar materia y espíritu para
trascender, y aún en medio del dolor que la vida otorga como pruebas de fe, ser
diáfano es una decisión.
Hoy los medios de comunicación difunden estilos de vida y
gente sin rumbo solo atina en imitar ídolos porque consideran que al hacerlo se
verán bien, olvidando que fueron creados de modo perfecto y solo el amor que
llevan dentro y logran transmitir a cada una de las áreas de su vida los hará
verse maravillosos.
Cuando permites que el dolor merecido o inmerecido te vuelva amargado, apático, ansioso y
despistado de lo importante, pierdes energía, pierdes solidez y te estancas.
Por tanto, no olvides que la fe infinita hacia el creador debe ser tu bastión e
intentar ser mejor cada día permitirá que nunca dejes de mirar de frente porque
si cometes un error no tendrás temor de asumirlo con humildad, pedir perdón y
aprender de cada uno.
En las diversas etapas de la existencia siempre nos toca hacer
frente a malos momentos y es precisamente en ellos que la fe, inteligencia,
fortaleza, valentía y tolerancia no deben abandonarnos por mucho tiempo.
Es
natural que ante determinados episodios, el cuerpo, la mente y el alma se
sientan abatidos y desgastados, pero cuando el amor habita en el interior,
reponerse, volver a sonreír y recuperar el rumbo es una realidad, realidad que
no será posible sin voluntad.
Sentir vergüenza de ti mismo te volverá poco elegante,
cero glamoroso y cuando intentes comunicarte en cualquier nivel tendrás mayores
problemas para hacerlo del modo correcto. Y ello ocurre porque los llamados
centros energéticos, conocidos como chakras se bloquean y solo el entrenamiento
emocional, la oración, la reflexión y el uso de talentos que clama el interior
los mantendrá armoniosos para llevarte a la dicha y sueños que más anheles.
Si son observadores, recordarán la infinidad de veces que
se han topado con personas que les inspiran rechazo porque en conjunto destilan
energía negativa y algo en el interior nos pone alertas. Así como existen
personas profesionales y supuestamente de fiar para muchos, pero con actitudes
y formas de comunicación extrañas, poses y gestos particulares nos inspiran
desconfianza.
La gente envidiosa, cínica, déspota, cruel, violenta,
grosera, conflictiva y manipuladora se ve tan desagradable a los ojos del
corazón y van perdiendo oportunidades a todo nivel porque lastimosamente, por
soberbia y ego aprenden muy tarde que el don de gente nace con la capacidad de
mirarse constantemente para sentirse bien con uno mismo y proyectar luz hacia
los demás.
Aquella desconfianza que nos pueden inspirar muchas
personas es la voz de nuestro interior que nos indica que llevan conflictos
interiores y al no tenerlos resueltos, alguna vez, muchas veces, queriendo y no
queriendo, desatan sus frustraciones sobre los demás sin tener idea clara de
las razones. Y hasta para arrepentirse hay que ser elegante porque lo que nace
del corazón y es genuino provoca compasión y un perdón natural, pero cuando
observamos que a esas personas pedir perdón les cuesta casi la vida misma, no
tiene sentido que lo hagan porque es evidente que sus corazones necesitan una
luz que no saben bien donde hallar.
Las personas más elegantes y glamorosas siempre serán
aquellas cuya mirada, forma de ser, expresarse y pensar llevan humildad,
aquellas que logran decir las cosas sin herir y con la mirada firme porque no
sienten vergüenza de sí mismos. Lograrlo es una búsqueda, un aprendizaje, no
somos perfectos, pero lo maravilloso de ser humano es que podemos ir puliendo
el alma y sacando aquellas capitas negativas que nos roban brillo y nos alejan
de la fe.
Evita prestar importancia a lo que opinen los demás de tu
forma de actuar y creencias si desde dentro sientes paz contigo mismo, la
conciencia activa, rectitud y valores como la misericordia y compasión por los
demás brotan en ti sin aflicción. No somos moneda de oro para caerle bien a
todo el mundo ni es necesario que millones nos comprendan si basta servir con firmeza,
sembrar y caminar sin detenerse guiado por las metas que pida el espíritu.
Anímate a despertar cada día y darte un toque mágico que
recorra mente, cuerpo y espíritu y verás cómo abres canales de comunicación con
entidades celestiales como los ángeles, dispuestos a guiarte y apoyarte en tus
proyectos y sueños. Y si nunca escuchaste que la elegancia tiene que ver con la
pureza interior, desde Zéfiro te invito a meditarlo… Manos a la obra,
¡decídelo! y brilla con aquella luz con que todos hemos nacido, y recuerda que,
solo de ti depende mantenerla encendida.
Ahora les dejo esta hermosa canción de uno de mis grupos
preferidos con un bello video de criaturas celestiales que siempre están más
cerca de lo que imaginas, es cuestión de aprender a reconocerlos. Espero los
acompañe y agrade.
Que tengan un hermoso domingo y los ángeles bendigan sus
hogares y sueños
Manjarí (bendiciones)
1 comentarios:
Excelente, linda reflexión
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