Queridos amigos, el tema de hoy es “Cuestión de actitud y
valentía” y va dedicado con mucho cariño para Percy, Gabriel, Sergio, Beatriz y
Ximena, quienes esperan este post.
Vivir es un regalo maravilloso cuando se valora y se
decide hacer de cada día algo especial, hecho que no resulta sencillo para el
hombre porque aprender a pensar con inteligencia emocional es cuestión de
entrenamiento, de interiorización (mirarse)
y pulir aquello que sea necesario pulir para alcanzar paz interior.
Si observamos y escuchamos al común de las personas,
hallaremos que en elevados porcentajes, la insatisfacción, queja permanente,
apatía, frustración, ira, depresión y ausencia de entusiasmo constante consume
sus días, aplasta sus sueños y los enferma física y emocionalmente sin
reaccionar a tiempo.
Por ello, desde Zéfiro veamos juntos dos elementos
básicos que para su servidora y coach son vitales para alcanzar equilibrio y
vivir a gusto, en paz y saludable.
CUESTIÓN DE ACTITUD DECÍAN: Siempre deben escuchar comentarios donde
buenos consejeros, empezando por sus progenitores les aconsejaban de niños que sería bueno que desarrollaran
actitud frente a los retos de la vida. Sin embargo, llegar a ese estado genuino
que implica “disfrutar” de lo que se hace, “sentirse seguro con uno mismo” y
“aceptación de lo real” que no está en tus manos cambiar es difícil y casi
imposible para millones de personas que no han resuelto su incorrecta forma de
pensar y son esclavos de la negatividad o la apatía. Exploremos juntos como
llegar a la llamada actitud.
- Sentirse
seguro de sí mismo: Depende en primera instancia de aceptarte tal como eres,
con tus talentos, virtudes y también defectos y debilidades, recordando siempre
esto gente que siempre me decían mis abuela, así como mi adorado padre y fue el mejor regalo de la vida que comparto con ustedes: “Recuerda siempre
que eres único y especial; nadie mira como tú, habla como tú, haría ciertas
cosas como las haces tú, lleva talentos y dones como tú, camina como tú, habla
como tú y calla como tú, cuando lo asumas sabrás que pisas estas tierras para
disfrutar en ella de todo lo que puedes lograr de modo genuino e inolvidable si
así lo decides”.
- No
te compares con nadie para competir, admira lo bueno de los demás y aprende,
pero por siempre mantén la esencia y escucha tu interior: Una de las formas más
seguras de ser infeliz que ha elegido el hombre frágil de espíritu, poco
inteligente y necio es “compararse con los demás”. Y es que si hoy hacemos un
repaso a los llamados insights (estilos de vida exitosa que plantean los medios
de comunicación) veremos como el hombre moderno se desespera por llegar a
ciertos logros de tipo cuantitativo (acumulativo) y cuando no lo logra y otros
si, se compara, se enoja, se frustra, envidia y decide ser infeliz.
Por ejemplo: las novia superficiales y
algo poseras (jerga que significa personitas que buscan dar que hablar para ser
populares en su grupo o entorno y alcanzar estatus). Esta mujercitas piden
pasar la luna de miel en lugares como “el caribe, punta cana o como dice un
divertido amigo sociólogo , por las Europas y si el dinero no alcanza o el
pobre novio le dice que solo podrían viajar al interior del país les da el
ataque de ira, expresan que no las valoran, que se merecen eso y mucho mas y
los arrastran a endeudarse porque los manipulan para salirse con su caprichito
de damas no pensantes ni justas.
Y es que en mi ejemplo, el problema de
este tipo de personas superficiales es la comparación que las motiva, esa idea
loca en la cabeza de que sino demuestran ante los demás tal o cual cosa no lo
pueden soportar.
Otra gente se compara con la capacidad
intelectual de otro y se deprime o coge envidia y maltrata a su compañero de
trabajo, o le hace la guerra. Y cuando veo esto siempre me pregunto ¿qué culpa
tiene alguien culto porque ama cultivarse que otra persona no lo sea o no sea
constante en su crecer intelectual?
Otras formas de comparación modernas son
las de apariencia. ¿han visto de qué forma tanta gente se opera todo y siguen
infelices con su ser?, ¿cuántas veces ciertos varones cambian de auto y después
de poco tiempo ya no les gusta y quieren otro?, etc etc
Al compararte con otros dejas de
proceder genuinamente, desarrollas actitudes imitadas, que se aprecian que no
son tuyas porque tu cuerpo en gestos y al hablar lo comunican. De modo que
recuerda no juzgarte, ser tú y aprender de a pocos todo aquello que necesites
pulir para mejorar donde reconozcas que es preciso hacerlo: tal vez en el
lenguaje, en tu aspecto, en tus ideales, etc, pero elegidos por reflexión y no
por compararte con otros.
- Concentrarte
en tus asuntos respetando una agenda y en orden: El orden para vivir es una de
las cualidades más importantes para ser exitoso, para vivir en paz y para
evitar problemas. Miles de personas se pasan la existencia pensando lo que
quieren hacer, lo que harán, pero a la hora del cuento no avanzan, no
resuelven, se les pasa los días y la horas.
Las personas con actitud son DECIDAS,
toman decisiones con pertinencia. Por ello, siempre mencionaré en este blog y
en medios que luchen por ser ordenados, por agendar sus metas, su día a día y
verán cómo avanza, viven, disfrutan y sufren menos de manera absurda. Cuando
hay orden en un día unido a la actitud es posible laborar feliz, sonriendo y
aún agotado por la jornada quedar con baterías para distenderse, divertirse,
compartir con los que se ama tiempo y también para meditar, orar y dedicarte a
todo aquello que pida tu alma.
VALENTÍA PARA SER, PROCEDER Y CRECER: La
valentía tiene que ver con la capacidad y actitud firme de atreverse a realizar
actividades, tomar decisiones como cambios de vida, elegir algo en particular,
exponer criterios, no avergonzarse de lo que se es.
Y nuevamente pensar de manera inadecuada
desencadena temor, prejuicio, paralización, compararse, fatalismo y pesimismo
constante. Y es que el valor es indispensable para el alma, para hallar la paz
interior y poder vivir día a día con entusiasmo, esperanza y gratitud.
Vemos algunos aspectos donde la valentía
es vital para el hombre:
- Valentía
para elegir que talentos usar: Desde que escogemos una carrera podemos ser
juzgados por los progenitores. Algunos incluso imponen con amenazas a sus hijos
cierta profesión, sin importarles si los harán felices o no. Por tanto, es
preciso extraer esa fuerza interior que todos poseemos y tal vez a veces parece
dormida para expresar con valor aquello que se desea, o en lo que se cree y
demostrar con el tiempo que la decisión fue la correcta si de profesiones
hablamos.
Y es que si sentimos pasión por alguna
actividad, profesión, disciplinas y nos provoca concentrarnos en ella, ten por
seguro que son los indicadores de que estas cerca de tu real vocación, pero es
entonces que el valor para expresarlo debe surgir, así existan conflictos o
roces con los progenitores.
Puedo contarles como anécdota que mi
madre por ejemplo por protectora jamás estuvo de acuerdo con mi primera carrera
profesional que fue comunicaciones. Me decía con angustia que era peligroso,
que iría a lugares no buenos para una dama, que escribir no era rentable en el
país y cuando estudié varias otras disciplinas y temas que me apasionan me
miraba como resignada, asustada, otras
fastidiada y hasta me decía que no tenía nada parecido a ella, que parecía solo
hija de mi padre. Y cuando en una ocasión la llamé de la morgue porque hacía
unos reportajes para un medio de comunicación donde laboré y le decía que de
pronto me demoraría en llegar a casa, le dio el patatus del susto, pero con el tiempo de carrera, dejamos de discutir porque mis argumentos
siempre fueron: tal cosa o tal otra que me sugieres no me hace feliz, no seré
yo si te hago caso y bueno, luego de algunas fricciones con altura, el valor
para arriesgarme a meterme en cuanta cosa creo me ayudó a lograr muchos sueños
que tuve desde niña, como ser escritora. Pasaron los años y ahora mi buena y amorosa
madre comprende que si no me ponía firme en mis elecciones seria infeliz en
todo a lo que me dedico.
- Valentía
para admitir que se puede errar y no por ello debemos vivir inmersos en el
error: Errar es humano y siempre que lo podamos remediar a tiempo resulta
gratificante para el espíritu.
Uno de los mayores retos para el hombre
es tener el valor y humildad para mirarse y reconocer errores, pero en estos
tiempos tan caóticos, el ego, los complejos, la baja autoestima y los
prejuicios impiden que las personas sean honestas consigo mismas y con los
demás, pero como todo en la vida es cuestión de actitud y también de fe en el
creador.
- No
siempre ciertos logros dependen de uno mismo, hay decisiones compartidas, como
las que se toman en negociaciones laborales, con amistades y también en pareja
y a veces es preciso ser valiente para expresar todo aquello con lo que no
estamos de acuerdo o para decidir hacer cambios de vida de manera rotunda,
teniendo claro que los demás siempre opinarán sin pedírselos y hasta juzgarán,
pero es entonces cuando el valor se pone más a prueba y en la medida que se
demuestra firmeza, determinación y claridad más se será respetado y se cansarán
de meterse.
Recuerda siempre que desde fuera
cualquiera puede opinar sobre algo que vivas, pero solo tú sabes aquello que te
da paz y aquellos cambios de vida que necesitas realizar para sentirte mejor.
- Valentía
para reconocer errores y pedir perdón de modo frontal y pertinente: Son pocos
los hogares donde se enseña este valor tan esencial para el ser humano. Y es
que pedir perdón en estos tiempos es darle una trompada al ego que no lo podría
soportar, sentir que se pierde el control, que se es poca cosa o que se pierde
piso sobre algo. El común de la gente poco firme en valores como este suele dar
regalos cuando falla, poner cara de culpa, llenarte de halagos absurdos, ser
extremadamente gentil, etc etc etc, pero jamás diría “perdón”, dicen
“discúlpame” que es una palabra vinculada a todo aquello que no se hizo adrede,
pero el perdón habla de aquello en lo que se falló conscientemente, sin pensar
el daño que se hacía, pero como poca gente lee con esmero desconocen el sentido
filosófico de la palabra y su energía.
Los padres maltratan mucho a sus hijos a
veces y jamás piden perdón porque siempre dicen: lo hacía por tu bien, pero que
bueno hubiese sido que le digan a sus hijos: “perdóname por mis formas y
maneras de tratarte sin notar que te hacían daño porque solo escucha a mi ego,
razón y no me ponía en tu zapato.”
- Valentía
para empezar de cero una nueva vida: Hay un lema familiar que siempre les digo
a mis alumnos sobre la vida que es: “Prepárate siempre para cambiar de rumbo
cuando sea necesario, cuando tu alma lo pida y lleva contigo fe, honestidad,
voluntad, constancia y fuerza para emprender todo aquello que sepas te
devolverá la dicha, esperanza y paz”.
Esto tiene que ver por ejemplo con cosas
tan sencillas como querer cambiar de trabajo. Y es que millones de personas se
quejan de ser infelices en sus labores, pero no tienen valor para mejorar, para
buscar otro o para luchar por desarrollar otros talentos y cambiar de rubro y
por cobardía y desidia viven malhumorados, frustrados y enfermos.
También hallamos damas y varones que
temen atrozmente la soledad y tiene una pareja que no admiran, no aman y no
soportan, pero temen no hallar alguien más luego y han decidido seguir con esta
relación, algunos resignados, otros siendo deshonestos e infieles por desfogue,
egoísmo y carencia de conciencia. Algunas de estas personas son agredidas,
carecen de dignidad, pero su interior no logra hacerse escuchar y la cobardía
es parte de su personalidad.
Otra cara del valor es asumir con fuerza
que la felicidad no depende de otro, ni de otros, depende de ti mismo. Recordar
que naces solo y mueres solo, que los demás, la familia, la pareja, son
complementos, son compañeros de vida, pero tú eliges por libre albedrio con
quien estrechar lazos, a quien abrir tu corazón, regalar tu confianza y hasta
para ello hay que tener agallas. Cuando el valor libra al hombre del apego,
resulta más sencillo renovarse siempre, avanzar, ir por la vida con logros y
dormir en paz, tomando en cuenta que las personas valientes siempre serán
juzgadas, tachadas de indolentes, etc, pero con el tiempo respetadas y los
necios terminan por calla cuando nada tienen que argumentar.
Con el paso de los años, un hombre de
paz interior puede dormir siempre en paz, sin lamentos, dichoso de aprender de
los errores, de los sueños alcanzados y sobre todo sin atormentarse por lo que
hizo o lo que no hizo. Y sin actitud y valentía sería imposible lograrlo y es
menester en estos tiempos el buscar aprender a vivir de manera honesta y
genuina, recordando que existes por algo especial y todo lo que logres tiene
valor y termina siendo una cadena de acciones para un mayor bien.
Actitud y valentía en la vida para
crecer, para construir sueños propios, no los de todos y en todo caso para
compartirlos con afines en espíritu es lo que se necesita para hacer más
llevadera este paso por tierra. Aprender, compartir, darse, recibir, amar y
crecer es posible para todos, pero tú decides como pensar, cómo vivir y si el
tiempo será tu aliado o verdugo y de todas tus decisiones eres y serás el único
responsable. Por tanto, la fatalidad, la mala suerte, no siempre llega de la
nada, toda acción tiene una consecuencia y si lo asumen con humildad serán
libres por dentro.
Ahora les dejo esta bella canción para
que recuerden que todo pasa, nada permanece en su estado habitual y solo la
esencia es firme como la roca en los hombres de fe y valores que llevan al
creador por dentro. Mira este vídeo y recuerda que actitud y valor es el único
camino para ser un hombre libre, trascender y mirar siempre de frente sin tener
de que avergonzarte.
Que tengan un bellísimo domingo y una semana maravillosa.
Luz paras su proyectos, corazones y no olviden orar, amar, compartir y soñar.
Manjari (Bendiciones)
1 comentarios:
Hola, mi problema es que mi papá nunca me pregunto por nada, ni el colegio ni nada, nada, nada!
Tuvimos varias conversaciones entre mi mamá, mi papá y yo. Siempre en esas conversaciones termine llorando. Y mi papá también.
Así fue un año entero, pero cuando empezamos a pelear demasiado, ya que antes no me preguntaba pero no peleamos tanto. (El año pasado).
Ayer yo le hice una carta y se la di, yo mientras tanto estaba en la computadora escribiendo algo...
Luego de que la leyera se fue al patio a llorar, volvió y me dijo "desde ahora, vamos a poner horarios estrictos con la computadora, ahora me toca a mi". (Ya que antes yo la tenía todo el tiempo que yo quería, y ahora se me corta a media noche)
Yo pensaba que por darle la carta y decirle eso el me castiga haciendo esto.
Y ahora todas las noches viene y me dice "dame la máquina".
Tampoco nos habla ni saluda. A ninguna de nosotras dos. (O sea mi mamá y a mi)
Ayer me dijo que no nos hablaba por miedo a que lo que diga él le caiga mal.
La carta decía que no me sale, que no siento yo hacer las cosas con él, ya que nunca se preocupo por mi y mi mamá si se preocupo, entonces me sale mas hacerlo con ella que con el. Le di muchísimas oportunidades para que le diera una más.
Yo ahora no se que hacer, la verdad, estoy entrando en una depresión... Tengo ganas de cortarme las venas de la bronca que tengo, pero he notado en internet que dicen que si haces eso puedes morir.
Necesito ayuda urgentemente, algún consejo para mi sería "un muchas gracias infinito"
Muchas gracias por todo. Sofia Belén.
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