Desde niños escuchamos muchas veces decir a los maestros,
progenitores y tutores que cultivar el respeto, consideración y solidaridad
eran importantes. Sin embargo, en tiempos modernos, donde todo es
competitividad, culto al ego e intolerancia a la frustración, es cada vez más
frecuente observar actitudes egoístas que en ocasiones, se salen de lo normal.
Un egoísta patológico es alguien que solo piensa en sí mismo
(a), pero además de ello, puede llegar a ejercer con “maldad” sin absoluta
conciencia, porque existe además un vínculo directo con la psicopatía en muchos
de los casos. Por otro lado, posee un nivel alto de inseguridad en todo
sentido, pero en especial, siempre siente que otras personas de apariencia
distinta o niveles culturales distintos, pueden desplazarlo (a) de donde está o
de lo que cree poseer o cree le pertenece.
Veamos algunos ejemplos:
-
Casos donde un hermano de varios realiza actos
fraudulentos para quedarse con la parte más grande de una herencia (propiedad),
sin respetar los derechos de sus hermanos y vive en guerra mortal con ellos,
ignorando por completo el vínculo que los une. Su ambición es desmedida y se
inventa pretextos emocionales para evadir la ley y juzgarse como el único
merecedor de la tajada más grande y no parará hasta lograr su objetivo para
tener el estilo de vida que ha elegido.
-
Un hombre que por ejemplo mantiene relaciones
afectivas paralelas (doble vida, doble moral) con esposa y amante. Este tipo de
personas necesita guardar las apariencias sociales o mantenerse con la pareja
legal también por ventajas económicas, miedo a la crítica; pero como es infeliz
con esa persona, decide tener amante (se consuela y divierte con alguien oculta
/o ) y será capaz de hacerle promesas falsas a su amante, pero jamás dejará de
ser deshonesto. Y corre el tiempo y si esa persona, intenta cortar esa relación
insana, el (a) egoísta patológico aplicará todo tipo de manipulación para
evitar romper esa relación clandestina.
En mi libro “Cómo aman ellos” narré en la
historia real “Las quiero a las dos” el proceder del egoísta patológico
afectivo.
-
Dentro de las relaciones dependiente afectivas,
quien ejerce el rol de maltratador o maltratadora, no soporta un “no” y así
fuese una relación ambigua, jamás permitirá que quien desea controlar y doblegar
tenga otra pareja o lo reemplace sexualmente. Por ejemplo: Una joven da inicio
a una relación ambigua con alguien de perfil narcisista y controlador, pero le
aclara que no desea nada serio. La dama dependiente y con escaza autoestima,
acepta y sufre sin poder salir de la adicción. Y cuando lo intenta con ayuda
emocional y posee cerca de un año lejos de esa persona y pasa a conocer alguien
más, aquel sujeto maltratador y egoísta patológico la busca desesperadamente
con la férrea intención de volver a su vida sexualmente, para complacer a su
ego y hacerle ver quien manda.
-
Jefes que jamás enseñan a sus empleados el
correcto manejo de ciertos sistemas para demostrarles que son ineficientes y
quedar ellos siempre como los únicos hábiles del tema, manipulando todo el
tiempo y no soportando que alguien brille más que ellos, por temor a perder
estatus, elaborando planes macabros para hacerlos quedar mal.
-
El mal docente que jamás enseña ni comparte
aspectos vitales e importantes, por celos profesionales, miedo a perder
notoriedad y ego. Queda claro entonces que es pésimo docente, porque se trata
de un servicio y la copa de la sabiduría se llena más al compartir, pero el ego
toma posesión de sus corazones y no pueden ver ni ser de otra manera.
-
Amistades falsas que desean estar cerca de
alguien por interés o beneficio y cuando su amigo (a) debe hacer sus vidas,
tiene otros caminos y amistades, no lo soporta y pasa a sabotearle los planes,
proceder con rabia, envidia y maldad absoluta. Y es que en la vida existen los
parásitos emocionales; que son gente que busca siempre vivir a costa de las
decisiones ajenas y sus logros. Corresponde abrir los ojos y tratar de ser
independiente y quedarse solo con los amigos reales por la confianza.
-
Sino es conmigo no es con nadie, suelen decir
las personas más enfermas en su manera de expresar sus sentimientos. Por
ejemplo, son estos varones o damas que harán la vida a cuadros a sus ex parejas
o peor aún, a gente que no les dio chance a nada, que les dijeron “no” a lo que
fuese: afectivamente, laboralmente, en amistad, etc y se quedaron con tanta
rabia, resentimiento, rencor y vacío por dentro que operan bajo las órdenes de
un egoísmo patológico y hacen de todo por hacerle pagar a esa persona semejante
maltrato, porque no soportan un “no”. Y un caso fue el asesino de la chica Eivy
Agreda que además de acosarla, ejerció violencia y terminó por matarla, porque
su ego, rabia y frustración se combinaron y se hicieron odio contra ella.
Alguien que posee egoísmo patológico posee
intolerancia a la frustración, es incapaz de ponerse en el lugar ajeno y solo
podrá ser alguien en apariencia mejor si siente que le conviene, recibe
reconocimiento o algún beneficio. Hacer su voluntad a como de lugar los lleva a
ir por delante de quien sea, cometiendo bajezas, al punto de proceder con
maldad ante su prójimo; mas siempre justificará sus actos y pretenderá que se
olvide el asunto, porque todos cometemos errores.
Este tipo de personas no poseen capacidad
de tener aprecio real y mucho menos, amar, como enseña el creador, porque no
pueden desearte dicha sin que les duela verte feliz y harán de todo por
sabotear tus momentos importantes si les das pie; pero el infierno que viven
por dentro, los mantiene malhumorados o decaídos; pero eso sí, siempre
fingiendo para quedar bien o para la foto. No tienen espiritualidad y valores esenciales,
no saben ver, no escuchan y se agrupan solo entre gente sin escrúpulos, como
ellos (ellas).
Un egoísta patológico es alguien sin
conciencia acerca de los valores, sin espiritualidad y sin capacidad real para
reconocer errores, porque su ego no le permite mirarse con humildad y hará lo
posible por tener una vida de fachada en todo sentido, antes que ser visto (a)
como alguien incorrecto (a).
A veces suele ser muy doloroso que esa
persona sea alguien por ejemplo de tu familia o no entender por qué alguien
egoísta patológico intente todo el tiempo dañarte adrede, pero como dicen las
escrituras, los invito a recordar que un hombre de fe mantiene valor, pero,
sobre todo, jamás pierde la confianza en el creador.
Podemos toparnos en diferentes áreas con
egoístas patológicos y para reconocerlos, recuerden que el principal rasgo que
poseen es la deshonestidad, incapacidad de respetar al otro (a) si afecta a sus
planes y problemas de comunicación y asertividad para socializar de modo
normal.
Los egoístas patológicos son eternos
enemigos ocultos que se disfrazan para no dar cara y suelen tener amistades del
mismo calibre, la impulsividad y mal manejo de emociones los acompaña, además
de ser obsesivos e inventarse venganzas para buscar culpables antes de mirarse.
No saben ser felices y necesitarán perder muchas cosas en tierras de paso para
poder recordar a quien se deben.
Lo recomendable es marcar absoluta
distancia con este tipo de personas y evitar todo tipo de trato, porque invaden
espacios personales, se toman licencias que no les corresponden y en grados de
frustración pueden proceder como delincuentes sin menor reparo y de modo
reincidente. Y si son expuestos a sus fallas, siempre encontrarán excusas para
justificar lo injustificable y mentirán hasta el final.
Lamentablemente, en tierras de paso el ego
ha minado el alma de tanta gente que camina por la vida solo para destruir
donde pisa y hacer daño sin reparo. Y corresponde orar por los enemigos
gratuitos y todos aquellos seres equivocados, porque de sus destinos, se
encarga el creador.
Que tengan una linda semana, ángeles para
el camino, luz para sus proyectos.
Manjari (Bendiciones)
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