Queridos amigos, el tema de hoy es “Las consecuencias de
poseer una personalidad superficial ” y
va dedicado para Marcelo, Darío, Keyla y Milagros, quienes esperan este post.
Llegar a ser una persona madura emocionalmente implica
haber tenido en primera instancia la bendición de haber nacido en una familia
con valores esenciales, como el respeto, honestidad y la fe; siendo esta última
esencial para reconocer la necesidad e importancia de sentir a Dios en el
interior. Y solo quien lleva con alegría
la certeza de que en estas tierras de paso, hacer lo correcto y luchar por ser
limpio de corazón nos hace libres, fuertes y dichosos, podrá tener pese a las
pruebas del camino una vida feliz y paz interior.
Sin embargo, no siempre los progenitores encontraron las palabras y formas adecuadas para expresarse ante sus hijos; en
otros, la superficialidad y el materialismo se apoderó de sus corazones y le
enseñaron a sus hijos lo mismo, convirtiéndose con los años en egoístas,
ególatras, deshonestos y sobre todo, incapaces de respetar a sus semejantes,
antivalores de los cuales solo serán conscientes con las pérdidas del camino,
con las consecuencias ante cada error consciente por necedad.
Por otro lado, “parecer” no es igual a “ser” y millones
de familias son lo primero porque incluso pueden mostrar devoción a Dios según
los rituales religiosos incluso que practiquen, pero al ver su forma de
proceder, la verdad salta a la vista cada día en el espejo e ilusamente
consideran que para el cielo existen máscaras.
Una persona es superficial cuando decide serlo y de este
modo será incapaz de mirarse, porque su idea sobre la felicidad se reduce a
complacer sus caprichos, ignorar los derechos de los demás y creer que se puede
caminar por la vida pensando solo en “su yo”.
Para ser exacta, encontramos a este tipo de personas en:
- Estudiantes
que consciente del esfuerzo de sus padres para que estudien deciden no hacerlo,
perder el tiempo y mentirles siempre sobre sus calificaciones. Esto hoy es una
moda, un estilo de vida y puedo sinceramente expresar que en los más de doce
años que llevo como catedrática noto con dolor que los jovencitos parecen todos
sacados de un horno, con las mismas ideas vacías, débiles, sin pasión, sin
voluntad, sin responsabilidad (elevados porcentajes) porque sus progenitores
siempre fueron complacientes y pagan con dinero la ausencia de consejo, la
ausencia de tiempo útil para ellos para reemplazarlo con un Tablet o Play.
- Mujeres
conflictivas que solo saben pedir, maltratar y creer que el varón que sea su
pareja debe complacerlas en todo para que ellas puedan dar amor; son las
chantajistas modernas que son incapaces de sentir felicidad porque está de moda
decir que “falta todo”; damas sin cultivo, sin tema de conversación,
concentradas y fanáticas del culto a la moda y consumismo, aterrorizadas de
envejecer por miedo a la decrepitud.
- Personas
que desconocen por completo el real sentido del “amor” como sentimiento puro y
noble. Y es que lo han reemplazado por el “deseo” de poseer, alcanzar y “lucir”
a x persona como trofeo para elevar el ego y en otros casos con cifras
alarmantes, gente que hace de débiles sin autoestima que manipula y doblega,
esclavos del dolor inmerecido porque no solo no saben amar sino que jamás
reconocerán errores porque existe una total inconsciencia y vacío espiritual.
Un hombre con valores y sobre todo
auténtica fe, jamás haría un daño consciente y cuida mucho sus actitudes,
proceder y prefiere tragar polvo antes que manchar su camino. No existe lo
perfecto, pero si el poder del hombre de caminar hacia la madurez desde que
puede leer para vivir en armonía consigo mismo y así evitar males absurdos e
innecesarios.
- Personas
acomplejadas y conflictivas que eligen vivir presas de envidia para destruir,
criticar y sabotear los pasos de las personas con luz, fuertes y auténticas
porque antes de resolver sus problemas internos en más sencillo caminar para
competir con la fijación de pisar al otro y al lograrlo, dejar que el señor ego
infle el pecho para “la foto”.
- Personas
sin ética y escrúpulos para llegar a sus fines, que además han creado la idea
consuelo de que el creador vive ocupado en temas de más urgencia como para
mirar sus pasos. Y se puede ser no ético en el trabajo, con los amigos, con la
familia y proceder sin escrúpulos usando de pretexto el miedo, la desesperación
e incluso una falsa depresión.
- Personas
violentas y estrictas, perfeccionistas con sus seres más cercanos para sanar su
dolor del pasado. Nunca nada los tiene contentos, necesitan comparar, expresarse
con ira, destruir con la palabra, etiquetar, comparar, derrumbar y hacerle
creer a una persona o varias que son “inútiles”. Suelen ser las personas
cargadas de altos niveles de ansiedad incluso química que jamás visitarán a los
especialistas hasta que hayan dañado a media familia o vean a sus afectos caer
enfermos en diversas dolencias.
Nadie tiene derecho de ir
por la vida hiriendo y mucho menos es saludable que gente con este perfil
tengan hijos si no siguen un tratamiento emocional. Y ojalá pronto en nuestro
país se implanten medidas estrictas para realizar peritajes emocionales a los
padres porque en altos porcentajes suelen ser responsables de que inocentes
niños crezcan con dolor inmerecido, enfermando y labrando un destino
desgraciado.
La ignorancia es atrevida
queridos lectores, pero caminar con la vida sin valores y sin fe es una
tragedia, porque con el tiempo, todos aquellos que proceden con inmadurez,
necedad, terquedad, hedonismo y son parte del sistema superficial de estos
tiempos solo sabe equivocarse, dañar y reconocen lastimosamente “generalmente
tarde” que ser hombre es una responsabilidad que implica hacerse cargo del
regalo de vivir con humildad.
Las abuelas sabias de esas
que ya no hay mucho eran no solo dulces, eran severas en sus expresiones cuando
buscaban pulir el alma de sus hijos y nietos. Por ejemplo, hacia 1915 circulaba
en el Perú un cronista maravilloso que hablaba de estas abuelas que ojalá
volvieran en sus crónicas llamadas “Viendo pasar las cosas”. El escritor
Enrique Carrillo entregaba cada lunes una historia sobre diversos temas y
recuerdo muchísimo que mis padres y abuelos me guardaron estos diarios para que
aprendiera a tener valores y cuando leía al también conocido como “Cabotín” me
reía mucho porque era sarcástico y crudo, pero otras veces me hacía lagrimear
cuando narraba cómo una persona causaba dolores injustos a sus semejantes por
superficial y vacío espiritualmente.
Hoy no existen muchos
escritores que sean claros en el tema porque dicen por ahí que no “vende”, pero
la gente está tan enferma del alma y del espíritu que deberían crearse escuelas
exclusivas para “padres” antes de intentar serlo, con cursos de valores,
inteligencia emocional, comunicación verbal y no verbal, historia reflexiva, fe
y devoción, entre otros. Pero de momento nos matamos con Chile en la “Corte de
la Haya” o se preparan todos los fines de semana solo fiestas infantiles en
centros de comida rápida y se sueña con solo veranear en lugares de élite para sentirse exitoso y de pasadita departir charlas
superficiales con la “gentita” porque el señor ego es el amo de la vida. Y ojo
que no me refiero a toda la gente que vive en las zonas o las visita, pero
lastimosamente si hacemos recuento, los porcentajes de personas que han hecho
de este estilo de vida una necesidad para
ser felices tienen el alma fría y la
mente ignorante a nivel emocional.
El precio de ser superficial
es igual no crecer, no hallar centro, vivir vacío, frustrado y enojado,
entregado a la apatía, rutina y eligiendo criticar a los que viven en paz antes
que mirarse. Es además mirar el calendario tarde con quejas absurdas,
justificaciones tontas y lágrimas inútiles que no reconstruyen un ayer, curan
un corazón o alivian un daño porque no existe peor desgracia que caminar sin
saber cómo vivir y aún con posibilidades y talentos especiales preferir decir
que mejor es fingir que todo está bien, antes que mirarse por dentro por
carencia de agallas.
Y si al leer este post te
has sentido “fatal” y usas de excusa al terrible miedo como amo, recuerda que la
gente de fe hace el miedo algo semejante al polvo que se sacude, porque por
encima de todo reconoce que es vital ser mejor persona cada día para de este
modo demostrar gratitud por el regalo maravilloso de existir y ser además un
digno hijo del creador. Y si bien todos cometemos errores, los mencionados y otros
semejantes generan consecuencias que
la vida a veces no otorga tiempo de remediar.
Ya lo saben Zeferinos, es
lunes, es un post duro, pero para estos tiempos toca sacudir la mente y
espíritu de gente que camina por la vida perdida o solo sabe ser como una roca
en el camino de quienes no lo merecen.
Ahora les dejo esta canción
con una letra que habla precisamente de como se siente una persona que se miró
tal vez tarde para vivir en paz consigo misma. Escuchen con atención, mediten y
recuerden que Dios es infinitamente misericordioso, pero detesta al hipócrita y
mucho más a quien pretende engañarlo.
Que tengan una linda semana,
ángeles para el camino, luz para sus corazones.
Manjarí (bendiciones)
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