Queridos amigos, luego de unas semanitas de ausencia en los artículos del blog porque estuve con mucho cuidado editando el libro que tanto les prometí escribiría sobre numerología, Zéfiro está de regreso con muchas sorpresas en este año que pasa como el viento sin pausa. Y revisando el orden de los innumerables temas que piden, abordaremos hoy “El cinismo como estilo de vida” y va dedicado con mucho cariño para Daniela, Fiorella, Roberto y Omar, quienes esperan este post.
Los tiempos cambian es indudable, pero que penoso es
notar que los contenidos de la mayoría de series, programas y contenidos de
entrenamiento que las personas eligen en alta escala hacen referencia a estilos
de vida vacíos, competitividad de egos y aumento de la desdicha.
El último ensayo del investigador francés Gilles
Lipovestsky denominado “De la ligereza” analiza de modo magistral y con
verdades que considero deberían leer todos los jóvenes, padres e interesados en
no perder la esencia, como el auge del narcisismo y la competitividad está
diluyendo y haciendo humo la reflexión, los valores como el respeto y sobre
todo, pisoteando la lealtad a los sentimientos y la esencia.
Y hoy es lamentable y a la vez nos deja sin sorpresa como
existen personas muy a gusto y capaces de proceder de mil maneras incorrectas
porque justifican sus actos en lo que siente. Veamos algunos ejemplos:
1.- Cuando equis dama o varón se siente abandonado (a) y
poco comprendido (a) por su pareja, en lugar de decírselo, tomar medidas en
conjunto y de notar que nada funciona y es infeliz, cortar por lo sano, eligen
mentir, traicionar a escondidas y dar rienda suelta a la traición como derecho,
como modo de escape que justifican bajo la supuesta desdicha que viven.
He atendido en consulta a muchas damas y caballeros que
no poseen reflexión alguna al respecto. Y es más, no van a terapia inicialmente
porque se miran, sino porque desean conocer que otros talentos tienen para
ganar más dinero o cómo hacer para perder ansiedad y competir mejor en todas
las esferas. Y en la medida que avanza la terapia, cuando me toca hacer la
evaluación de por ejemplo la carta astral terapéutica y les pregunto ¿ud posee
esta situación ilícita con tal persona desde hace tiempo y ni se incomoda?.
Muchos sonríen y comienza la charla sobre lo que no tienen, lo que han dado y
lo que pueden perder financieramente si se divorcian o usan de pretexto a sus
hijos y bla bla bla, pero siempre me pregunto: ¿cuándo se mira a los ojos a los
hijos haciendo algo incorrecto dentro de un matrimonio y no existe ninguna
vergüenza?, ¿cómo puede esto calificarse?. Sin duda que cinismo y doble moral.
2.- Me ufano de donde voy, uso anglicismos todo el tiempo
y estoy en onda para competir por demostrar que soy el mejor en el campo
laboral: Hace poco hacía una evaluación laboral de entrevistas para una de las
empresas que asesoro como coach y la señorita que evalué no me dejo sorprendida
ni tampoco me pareció digna para el puesto que buscábamos, pero si sentí como
además docente, lástima por su futuro y calculé mentalmente, cuanta gente como
ella es hoy así y volé y me dije: “Ola de despidos masivos, empresas que abren
y duran poco, ¿escuelas y más carreras nuevas para esto?.
La candidata usaba esos tonos cantados light de hoy con
frases como “en verdad no se bien en que me especializaré, pero he visto como
que fácil con negocios la hago, pero no sé, es demasiado tiempo en el trabajo
que se me van los años”. Y con solo esta forma de expresión que no dice nada,
unida a la frase “Aspiro a ser Senior en la empresa que me elija”, me quedó
observar, escuchar, sonreír e imaginarme que a la hora de negociar y dar
estrategias en proyectos, la señorita estaba en la luna.
Y es que el síndrome “falso chamba”, “estoy a mil”, sin
serlo ni estarlo es parte del estilo de vida de los aspirantes a puestos
importantes en todas las carreras. El aumento del discurso rimbombante,
envolvente, pero soso y en buen cristiano, solo floro peruano light deja al
descubierto la ausencia de solidez en conocimientos que millones de jóvenes hoy
poseen y sin embargo, pretenden o imaginan creer que deben ganar mucho siendo
ineficientes.
Y cuando llegan a un lugar donde realmente existe gente
comprometida con su labor, preparada y sencilla, les va atroz, huyen y dicen
cosas como “me tenían envidia y no me dejaban ser, por eso me tuve que ir”,
cuando en realidad no estaban dispuestos a dar tiempo justo ni humildad para
aprender y esforzarse.
3.- Tengo amigos que me sirven, que uso, pero qué más da
si en el fondo no me importa lo que son y lo que sienten
Y si bien la hipocresía ha existido siempre, la carencia
de respeto, gratitud y en especial, el egoísmo van calando en el proceder de
tanta gente que solo mira la tajada que puede sacar por algo, lo que le conviene,
sin importar a quien le vende el alma y si lanza a los leones a su amigo (a),
porque en realidad no le importa.
Veo a nivel universitario como para los trabajos de
equipo que piden mis colegas, equis alumnos buscan hacer grupo con los más
capaces para pegarse a sus talentos y sacar mejor nota, pero cuando están lejos
de estos que son responsables y trabajan muy duro, no solo hablan mal de estos,
sino que los contemplan con envidia escandalosa. Y bueno, un docente lo ve todo
desde su pupitre y tras ejemplos en programas de televisión, donde indican que
los amigos son para divertirse, sacar provecho de algo y adiós, sin duda, ni
tiempo tienen de sentir y ni conciencia activa poseen quienes cínicamente obran
mal.
En estos tiempos pareciera que los mensajes de los
cínicos (as) sin conciencia son: acomódate a como soy, no es tan grave, sabes
lo que vivo y hasta donde puedo dar, pero pasa la página, nada es tan terrible,
etc, etc. Pero cuando las verdades caen sobre sus rostros, huyen y se esconden
peor que delincuentes avezados.
4.- Sométete sin queja a lo que soy: En mi libro “Reo
Sentimental” abordé el tema de la adicción a relaciones nocivas, pero en
especial, la insania de relaciones banales donde “salgo contigo, pero no estoy
contigo”, “Jalo la soga, pero no te doy el mando” son la constante y hacen
perder el tiempo y estancar la vida de quienes poseen baja autoestima y miedo
crónico a la soledad.
En uno de los tantos talleres emocionales que dicto, una
participante contó hace algún tiempo que tenía un amigo cariñoso en la oficina,
pero que en el trabajo la ignoraba por completo y a la salida y por las noches
le escribía mucho y le mandaba indirectas para que ella finalmente le pidiera
verse y claramente ser solo un “divertimiento sexual”. Y otro caballero contaba
que la dama que no le hacía caso, de la nada le escribía y él lo tomaba
tontamente como esperanza al principio, para notar después que era cuando ella
no tenía con quien salir o quería que la transporten de compras o que él
gastara en ella.
Este tipo de historias son cada vez más frecuentes, no se
aspira a ser digno (a) de amar, ni mucho menos se decide aprender a amar,
porque no existen referentes que intenten conocer, porque no existe cultivo en
muchos hogares y porque ver Netflix y series de moda donde la gente se auto
destruye es la constante.
Las nuevas generaciones y millones de adultos de ego
inmenso se defienden de “sentir” y demostrar sentimientos es algo “vergonzoso”,
“peligroso” y fijo para ser pisoteado. Y en esta dura realidad camina la gente
ligera que se defiende tanto de amar y a la vez lo anhela tanto que van de
fracaso tras fracaso, buscando culpables sin mirarse. El boom de la pésima comunicación, la oleada de amores
virtuales y cuentas de chats falsas para fantasear y masajear el ego ávido de
cariño crece y crece, mientras que el amor real ni se asoma, no se posa sobre
nada que no es sólido y solo se convierte en historias tontas de vida banales
como de quienes practican este cínico estilo de vida.
Les recomiendo leer el libro de Lipovetsky “La ligereza”
y no se aflijan y no se concentren en pensar que tiene “demasiadas páginas”,
porque si lo abren y bucean con el alma, lo leerán sin parar, como todos sus
maravillosas investigaciones y análisis que padres, jóvenes y docentes deberían
leer para evitar que el cinismo aplaste la humanidad que les fue otorgada por
el creador.
Escuchaba esta canción mientras esperaba un vuelo de
avión hace algún tiempo y a la vez observaba como en esta generación y en estos
tiempos, parece que vivir en cinismo es “una mentira piadosa” y me pareció
excelente para este post de hoy. Ahí les va y espero reflexionen y les
acompañe.
Que tengan una linda semana, ángeles para el camino y luz
para sus proyectos.
Manjari (Bendiciones)
1 comentarios:
Interesante articulo. El cinismo esta a todo lo que da pero siempre ha existido mucho de ese cinismo, tambien el tema de la pareja esta muy relacionado a que la monogamia se impone culturalmente cuando las personas no somos naturalmente monogamicas y para disfrutar la vida se recurre al cinismo, la doble vida y la doble moral. Mas alla del cinismo, cada persona le hace feliz diferentes cosas y vivencias, y quizas si la felicidad implica un poco de cinismo muchas veces es mas funcional eso que vivir frustrado.
La pelea de egos es grande en la era de facebook, hay gente que sencillamente te tiene en facebook y no te habla por que has puesto mejores fotos o has puesto que tienes una gran trabajo, un gran emprendimiento o simplemente pusiste las fotos de tu viaje. Las redes sociales promueven un ego grande pero desde el punto de vista de comunicacion y empresarial es algo necesario, con el tiempo cuando la sociedad se acostumbre mas a a la tecnologia, esa pelea de egos habra disminuido.
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